Toda organización está formada por su gente. Eso no es ninguna novedad, aunque lo que sí es nuevo es que las empresas empiezan a ver claramente la conexión entre el bienestar de los empleados y los resultados financieros, y a sus oficinas como uno de sus activos más interesantes: un factor que se vuelve cada vez más decisivo a la hora de atraer, y retener, a los mejores recursos humanos.
"En la dinámica actual de trabajo, los empleados utilizan sus escritorios sólo un 43% del tiempo", dice Domingo Speranza de Newmark Knight Frank, desde las nuevas oficinas de la firma en Plaza San Martín.