La conveniencia y la seguridad impulsan la expansión continua del espacio minorista médico

La tendencia nacional: el creciente sector de atención de urgencia resulta vital durante la pandemia

Antes de la aparición de COVID-19, los proveedores de servicios médicos se habían expandido rápidamente a espacios comerciales, incluidos centros comerciales y escaparates urbanos. Los inquilinos minoristas médicos comunes incluyen centros de atención de urgencia, dentistas, proveedores de fisioterapia, clínicas de diálisis y centros de atención oftalmológica. El impulsor principal de esta tendencia ha sido el deseo de crear una experiencia conveniente para el paciente / consumidor, ya que los desarrollos minoristas tienden a ofrecer alta visibilidad, estacionamiento amplio y ubicaciones céntricas cerca de las poblaciones residenciales.

Los centros de atención de urgencia en particular han experimentado un crecimiento dramático en los últimos años, con un aumento del 58% en el número de ubicaciones en los EE. UU. Desde 2013. Muchos de estos proveedores se encuentran dentro de cadenas de farmacias. Por ejemplo, MinuteClinic opera más de 1,100 ubicaciones dentro de CVS Pharmacy y Target Stores. Otros centros de atención de urgencia alquilan sus propios espacios comerciales, incluidos líderes nacionales como Concentra, MedExpress y NextCare..

Desde que comenzó la pandemia, las clínicas de salud minoristas han estado ofreciendo pruebas de diagnóstico y de anticuerpos para COVID-19. Además, brindan servicios sin cita previa para las personas que buscan evitar las salas de emergencia de los hospitales. A medida que los estadounidenses continúan viviendo junto al virus, recibir atención médica en un entorno minorista puede resultar no solo una opción más conveniente sino también más segura. Los establecimientos médicos minoristas suelen tener sus propias entradas exteriores, lo que los diferencia de los edificios de oficinas médicas y hospitales de múltiples inquilinos que a menudo requieren que los pacientes usen pasillos y ascensores, lo que complica el distanciamiento social y crea potencialmente una mayor exposición a patógenos.